top of page

Beisbol y gobierno / Por Patty War.

Actualizado: 8 feb 2019

El beisbol mexicano de verano está en crisis, no es un misterio para nadie, salvo tal vez, para el Presidente de la República. Hace apenas tres meses, el CEO de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), Javier Salinas, nos vendía la idea de que el “descanso” de cuatro equipos de los dieciséis que disputaron las dos temporaditas 2018 era una oportunidad para mejorar. Se cortaba el césped para que creciera más verde, presumía el CEO.


Lo cierto es que de la noche a la mañana el 25% de los empleados directos e indirectos de la liga quedaron desempleados. Esa no puede ser ocasión de albricias para nadie, pero ya usted sabe, el puesto de Presidente de una liga profesional es más político que financiero, o mercadólogo, o incluso administrativo. En política las palabras cuentan y a pesar del discurso, en ese momento no se veía por dónde se recuperarían las plazas perdidas.


Llegó el nuevo gobierno y con él el anuncio increíble de la incursión de Sultanes de Monterrey en la Liga Mexicana del Pacífico. El campeón de la temporada 2018 b, fue claramente elegido por el titular del ejecutivo para acompañar a los resucitados Algodoneros de Guasave en su regreso a la liga de invierno. Inaudito, sobre todo porque salvo los involucrados, los dueños de ambas ligas brillaron por su ausencia.


Lo mismo pasó cuando el mandatario anunció el regreso de los Rojos de Águila del Veracruz ¿qué? ¿quién? ¿cómo? ¿cuándo? Es un misterio porque la propia LMB ha permanecido en silencio. Ni una nota, ni un tuit ni nada. Los madrugaron en la “mañanera” y en las negociaciones.


Muchos  aficionados y gente de mundillo del beisbol aplauden a rabiar que el nuevo gobierno le apueste a su deporte favorito “¡Al fin un Presidente que le da al beisbol el lugar que se merece!”, “Gracias AMLO, por apoyar al beis” ¿Gracias? ¿De verdad es bueno lo que está pasando? ¿Por qué tanto dinero a un deporte profesional que no ha podido sostenerse en Guasave, León, Torreón, Aguascalientes, o en Veracruz?  Harp dejó clarísimo que Guasave será administrado por él, no que vaya a invertirle.


Históricamente, la incursión gubernamental en el beisbol ha resultado en fracaso. En lugar de apostarle a que un inversionista (con voz y voto de su propia liga) que vea por el crecimiento de su dinero, deciden inyectarle, por capricho presidencial, recursos que  provienen de nuestros impuestos sin absolutamente ninguna exigencia ¿Para qué esforzarse en la mercadotecnia si el dinero fluye año con año? Ahí está el lamentable caso de Olmecas de Tabasco, que hasta quedó a deber quincenas a los empleados y peloteros.


Tendremos beisbol en muchas plazas, sí, pero sin garantía más allá del sexenio. Mientras no se aborden los problemas de fondo, como las condiciones laborales de los jugadores e idear un modelo de negocio autosustentable, veremos seis años de beisbol estatal, en el que no mandan los que sí son dueños de los equipos, sino el Señor Presidente.



Patty War.

120 visualizaciones

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page