Hoy en día, los deportes televisados son una industria multimillonaria, pero en 1939 las cosas eran diferentes.
Antes del 26 de agosto de 1939, la única forma de ver un juego de MLB era yendo al estadio. Claro, podías escuchar los juegos en la radio desde 1921, pero para ver a las grandes estrellas como Babe Ruth, Jimmie Foxx o Mel Ott se tenía que pagar al menos 50 centavos.
Un día como hoy pero de hace 83 años, una estación experimental en la ciudad de Nueva York (que finalmente se convertiría en WNBC-4), transmitió el primer juego de MLB en la historia: una doble cartelera entre los Rojos de Cincinnati y los Dodgers de Brooklyn en Ebbets Field.
El locutor fue Red Barber.
En ese momento, la televisión aún estaba "en pañales". La programación regular aún no existía, y muy pocas personas tenían televisores: solo había alrededor de 400 en el área de Nueva York.
Utilizando solo dos cámaras (una apuntada hacia la línea de primera base para captar tiros dentro del cuadro y otra por encima del plato para brindar una vista general del diamante) y con incapacidad de capturar jugadas rápidas: los bates que se balanceaban parecían abanicos de papel, y la pelota era casi invisible durante los lanzamientos y los hits. Sin embargo, el experimento fue un éxito, lo que generó interés en el desarrollo de la tecnología de la televisión, particularmente para eventos deportivos.
Los Rojos ganaron el primer juego, 5-2, mientras que los Dodgers se llevaron el segundo, 6-1.
Mientras que 33 mil personas se dieron cita en el parque de pelota, se estima que solamente 3 mil siguieron los juegos a través de la TV.
No fue sino hasta 1946 que la radiodifusión de las cadenas regulares se hizo popular en los Estados Unidos, y solo a mediados de la década de 1950 los televisores se volvieron más comunes en los hogares estadounidenses.
Hoy en día, los deportes televisados son una industria multimillonaria, con tecnología que brinda a los espectadores una asombrosa cantidad de detalles visuales y de audio. Las cámaras ahora son tan precisas que pueden capturar la forma en que una pelota cambia de forma cuando es golpeada por un bate, e incluso podemos chismear un poquito de las conversaciones a nivel de campo.
Tenemos la oportunidad de ver a nuestros jugadores favoritos jugar todas las noches... y nosotros ni cuenta nos habíamos dado.
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