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¿Robinson acabó con el racismo en MLB?

En 1947, Jackie Roosevelt Robinson trasformó el lineup volviéndolo multicultural, abriendo un camino complicado que hoy vemos como una realidad, pero tal vez, solo una a medias.



Mon Cruz / 643 Network.- Hoy cuando vemos MLB en la televisión, no nos sorprende ver a un jugador negro o latino en el diamante, incluso tal vez es o fue tu jugador favorito, pero el beisbol no nació siendo diverso.


En 1947, Jackie Roosevelt Robinson trasformó el lineup volviéndolo multicultural, abriendo un camino complicado que hoy vemos como una realidad, pero tal vez, solo una a medias.


No fue suficiente que pasaran décadas en las que Robinson enfrentó el racismo, fue detenido por confrontar a la policía y jugar en una liga diferente a pesar de su calidad; cuando logró llegar a Grandes Ligas y firmar con Kansas City y posteriormente con Dodgers tuvo que seguir luchando contra sus mismos compañeros, que no quería jugar con el.


No todos los equipos y ligas aceptaron la integración a la vez, los Red Sox fueron los últimos en fichar a un negro, después de que fueran demandados en 1959 por tener una ley “anti-negros”.


Jackie dio el primer paso, pero el camino sigue siendo igual de complejo.


1981 fue el año que más atletas negros fueron contratados en Grandes Ligas con el 18.7% de la población del baseball, pero parece que vamos en declive.


Al 2020 el número de jugadores negros en MLB llegó al 7.8%; este porcentaje no ha alcanzado el 10% desde 2004. Además, se registró el porcentaje más bajo de jugadores negros en el Opening Day 2020 con apenas un 7.5%.


Y esto se pone aun más complicado con los jugadores negros nacidos en Estados Unidos.


Por ejemplo, en el Juego de Estrellas del 2017 entre las dos ligas, la Americana y la Nacional, sólo tenían un 4.6% de jugadores negros, pero más de la mitad de estos, en ambos equipos, eran latinoamericanos.


Muchos atribuyen este fenómeno a diferentes motivos, como los factores socioeconómicos ocurridos en Estados Unidos durante los últimos 70 años, que han tenido un impacto desproporcionado en las comunidades negras.


Mientras la economía americana continúa favoreciendo a las familias de altos ingresos, uno seguirá viendo el mismo impacto en los deportes y la MLB tendrá que seguir gastando una gran parte de sus ingresos para enfrentar una larga historia de desigualdad racial estructural.


Fuera, pero no muy lejos del diamante, la raza negra aún tiene dificultades para acceder a puestos gerenciales; MLB tiene el 13.3% en el cargo de director general y respecto a presidentes y CEOS, los porcentajes son todavía más bajos, con 3.3%.


Actualmente, solo Derek Jeter, de los Miami Marlins, ha ocupado el cargo de CEO en las últimas temporadas. Según el estudio, es el único dentro de los presidentes o CEOs de la MLB que no se considera de tez blanca.


¿Pero esto es culpa de MLB?


En 2019  Ken Griffey Jr. fue cuestionado al respecto, y aseguró que no es problema del deporte en sí, sino que hay mas oportunidad de brillar en el futbol americano o el basquetbol.


A pesar de que Grandes Ligas no sea quien directamente bloquee a los jugadores negros, su afición parece si ser un problema, y esto no ha cambiado con el tiempo al parecer.


Por ejemplo, cuando LaTroy Hawkins llegó a los Cubs en 2004 (no el siglo pasado, apenas en 2004), empezaron los problemas raciales, pues denunció que le llegaban cartas por correo solo para llamarme negro.


Para no excusar a nadie, Grandes Ligas también fue cuestionado apenas hace un par de años con su casi nula postura con respecto al movimiento BLM, cuando tuvieron que pasar nueve días para conocer un comunicado oficial tras el polémico caso de George Floyd, cosa que molestó a jugadores como Mookie Betts, siendo la última de las principales ligas deportivas de Estados Unidos que respondió y condenó el racismo. Porque si, la inacción también es parte del problema.


Pero no tenemos que ir mas allá en el tiempo, apenas el año pasado un comentarista de televisión se burló en redes sociales del atuendo, digamos, "demasiado negro" para el, del lanzador Marcus Stroman.


Y apenas hace un par de días celebrábamos que Alyssa Nakken hizo historia al ser la primera mujer coach en un juego de Grandes Ligas con los Giants, sin saber que detrás de su entrada se dio un caso de racismo.


Nakken entró a suplir a Antoan Richardson después de que este tuviera un altercado con Mike Shildt, coach de tercera de los Padres, quien básicamente se negó a hablar con el, por verlo como un empleado de bajo nivel y casi una pertenencia más del equipo, anulando su persona en general.


Entonces, Jackie, hemos avanzado, ¿pero lo suficiente?



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