El gato de Truist Park no ha sido el único en llegar a un recinto deportivo; aquí un breve recuento.
ATLANTA (AP) - Un gato pequeño se escabulló por las vigas del Truist Park antes de que los Bravos de Atlanta intentaran hacerse con su cuarto título consecutivo del Este de la Liga Nacional contra los Philles de Filadelfia el jueves por la noche.
El gato gris y blanco fue descubierto corriendo a lo largo de una viga en la cubierta superior más de una hora antes del primer lanzamiento, lo que provocó un intento frenético por parte de los trabajadores del estadio de acorralar al felino antes de que la mayoría de los fanáticos llegaran al estadio.
Un puñado de los primeros en llegar observó el esfuerzo, que involucró al menos a media docena de trabajadores, un par de escaleras, una red grande y un guante acolchado grueso.
"Awww, es un gatito", dijo un fan.
Claramente asustado, el animal gimió mientras saltaba de un lado a otro de la viga, logrando evitar ser capturado durante varios minutos.
Finalmente, un trabajador pudo sacar al gato de la viga, enviándolo inofensivamente a la red. Un trabajador que llevaba guantes se lo llevó, presumiblemente para ser entregado al control de animales y, con suerte, a un nuevo hogar.
El gato de Truist Park no ha sido el único en llegar a un recinto deportivo.
Hace menos de tres semanas, un gato entró de alguna manera en el Hard Rock Stadium durante el partido de fútbol americano universitario de Miami contra Appalachian State.
El animal se quedó atorado una de sus patas en la fachada del piso superior, colgando de ella.
Finalmente cayó sobre una bandera estadounidense que los fanáticos desplegaron como una red improvisada, lo que permitió capturarlo y llevarlo a un lugar seguro.
Por supuesto, los fanáticos de los Cachorros de Chicago desde hace mucho tiempo todavía hablan sobre el gato negro que vagó por el campo en el Shea Stadium durante un juego crucial de 1969 contra los Mets de Nueva York.
El felino caminó alrededor de Ron Santo y desfiló frente al dugout de los Cachorros antes de desaparecer debajo de las gradas. Aparentemente maldecido, Chicago desperdició su liderazgo en el Este de la Liga Nacional y los "Amazin’ Mets" ganaron la Serie Mundial de esa temporada.
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