Cinco años después de haber sido diagnosticado con diabetes juvenil tipo 1, cumplió su sueño de debutar en MLB.
MLB.com OAKLAND -- Mason Miller "quemó" la pistola de radar con Rectas de 102 MPH en su debut en MLB, algo considerando dónde estaba hace solo cinco años.
Mientras luchaba por aumentar de peso como lanzador de segundo año de 6 pies 5 pulgadas y 150 libras en la División III de la Universidad de Waynesburg, Miller se sometió a una prueba de drogas para una pasantía de verano que reveló que su nivel de azúcar en la sangre era anormalmente alto.
El 18 de abril de 2018 le diagnosticaron diabetes juvenil tipo 1.
El diagnóstico fue un shock. Sin embargo, no perdió el tiempo pensando en ello.
“Fue diagnosticado un viernes y para el lunes regresó a la escuela diciendo: ‘Nos vemos, estaré bien'”, dijo su madre, Kirstin.
“Regresó y comenzó a subir de peso y a lanzar más fuerte. Se puso saludable. Entonces pasó de un punto realmente bajo a puntos cada vez más altos. Persevera como nadie que yo conozca. Es un vencedor”, agregó.
Después de encontrar la dieta adecuada y el programa de entrenamiento de fuerza, Miller aumentó hasta 220 libras. Con ese aumento de peso vino una mayor velocidad en su bola rápida, subiendo de 87-88 MPH a 99.
Su arsenal mejoró hasta el punto de que en 2021 pudo transferirse a la División I con la Universidad Gardner-Webb, donde tuvo marca de 8-1 con ERA de 3.30 y 121 ponches en 92.2 entradas en su último año.
Seleccionado por los Athletics en la tercera ronda del Draft 2021, Miller aceleró su camino a través de las Ligas Menores, dominando a los bateadores en cada nivel.
Haciendo su debut en MLB en la derrota 12-2 ante los Cubs el miércoles, cinco años y un día desde su diagnóstico de diabetes, el prospecto No. 3 del pitcheo de Oakland electrificó el Coliseo durante 4.1 entradas, limitando a Chicago a dos carreras con cuatro hits y una base por bolas, mientras ponchaba a cinco.
Lanzó la de cuatro costuras en 53 de sus 81 lanzamientos, generando 27 swings y seis abanicados con ella. Promedió 99.3 MPH, alcanzó un máximo de 102.5 y registró 100 MPH o más 15 veces, lo que lo convierte en el décimo lanzador abridor en la era de Statcast en alcanzar la marca 15 o más veces en un juego.
Miller no dio una base por bolas en sus dos primeras aperturas de Ligas Menores esta temporada, por lo que verlo caminar a un bateador fue un poco inusual, aunque atribuyó los problemas de control esporádicos a los nervios típicos que vienen con un debut.
“Toda la mañana, no podía esperar a que comenzara”, dijo. “Creo que me adapté a medida que avanzaba el juego”.
El plan de los Athletics es para mantenerlo en la rotación en el futuro, dándole la oportunidad de aclimatarse y tal vez convertirse en el futuro as del personal que creen que puede ser.
“Si estás sentado allí como fanático de los Atléticos, esto debería emocionarte”, dijo el manager Mark Kotsay. "Esto debería ser algo que estés mirando y diciendo: 'Este niño puede ser parte de nuestro éxito futuro'".