Cada inquilino del hogar presidencial alguna vez ha sido cuestionado por sus preferencias en MLB, descubre de que novena son fanáticos.
Monse Cruz / 643 Network .- "Oh say can you see..." a quién le van los expresidentes de Estados Unidos y el actual mandatario en las Grandes Ligas.
Y es que no han sido nada discretos en gritarlo a los cuatro vientos.
El beisbol y su importancia en el vecino del norte permea tanto en la sociedad que cada inquilino de la Casa Blanca alguna vez ha sido cuestionado por sus preferencias en MLB, por lo que nos han dejado entrever que tan aficionados son al Rey de los Deportes.
Hoy traemos para ustedes una clase de historia estadounidense, en conjunto con el tema del que más nos gusta hablar, leer y comentar.
Joe Biden (2021 - ...)
Los que tienen pareja es común que se enfrenten a la encrucijada de qué tanto apoyar al equipo de quien comparte su cama cada noche, y a menos que sean archienemigos, podríamos decir que dividen aficiones.
Pues aunque seas presidente del país más poderoso del mundo, entras en esta incomoda categoría.
Joe Biden ha sido muchas veces captado con la gorra de los Phillies, pero en realidad, la verdadera fanática de hueso colorado de este equipo es su esposa, a quien le agradece tantos años de apoyo en la política apoyando a su equipo.
En realidad, él ha mencionado en más de una ocasión que tiene cierta debilidad por los Mulos de Manhattan...
Tras vivir por 10 años en Delaware, sin tener equipo, le creó una inclinación por los del Bronx, haciendo en la década de los 50's a Mickey Mantle su ídolo. Yankee de closet, para acabar pronto.
Donald Trump (2017 - 2021)
Vaya, vaya. De Donald Trump podríamos decir muchas cosas, podría caernos bien o mal, pero de que era buen jugador de beisbol... lo era.
El nativo de Nueva York fue visto por mucho tiempo como una joven promesa, una estrella en High School, capitán de su novena, poderoso al bat y talentoso inicialista. Fue scouteado por los Phillies y los Red Sox, aunque años más tarde se decantó por los negocios.
Ya como empresario trató de comprar a los Indios de Cleveland y a los Twins de Minesotta. Aunque ahora al parecer disfruta más de los campos de golf que de los diamantes, sigue conservando su afición por uno de los dos equipos locales de la Gran Manzana, los Yankees y frecuentemente se ve en el palco de los dueños del equipo.
Barack Obama (2009 - 2017)
Otra gran encrucijada marital por beisbol se vivía en la relación del primer presidente negro de Estados Unidos, pero en el caso de Barack Obama y su esposa Michelle, no hay mucho amor por el equipo del otro.
Quien fuera la primera dama nació siendo de los Cubs, uno de los equipos locales; mientras el mandatario apoyaba a los White Sox; uno al norte de la Ciudad de los Vientos, y el otro al sur de la misma.
Alguna vez, tomándoselo más personal y demostrando la rivalidad que viven estos dos equipos señaló que el fanático Cub, en realidad no iba a ver el juego sino solo a convivir y pasear al Wrigley. No imaginamos como fue recibido en casa esa noche.
Pero entre los oscuros secretos de Obama, quedan rastros de su pasado Atlético, equipo al que apoyó hasta que se mudará a Chicago. Eso es lo que pasa cuando naces en un estado sin equipo de Grandes Ligas, en este caso, en Hawaii.
George W. Bush (2001 - 2009)
Otro gran aficionado al beisbol y parte activa del mismo. Tuvo la fortuna de poder ser dueño de 1989 a 1994 del equipo de sus amores, los Rangers de Texas.
También fue primera base en el equipo de Yale (igual que su padre, de quien heredó el amor por el beisbol) e incluso después de llegar a la Casa Blanca seguía organizando juegos cuando sus ocupaciones presidenciales se lo permitían... si, en los jardines de la misma.
Y tenia un cuarto en la residencia, exclusivamente dedicado para ver el beisbol. Un lujo presidencial.
Bill Clinton (1993 - 2001)
Después de haber crecido en Arkansas escuchando a Harry Caray en el radio, Clinton sintió extrañamente familiares, cercanos, casi locales a los Cardinals y de vez en cuando se daba sus escapaditas al Sportsman's Park para verlos.
Años más tarde, decidiría volterle bandera a su equipo de la infancia. Su esposa, y excandidata a la presidencia, Hilary Rodham (o Clinton, como quieran decirle) nativa de Illinois, es fanática de los Cubs, por lo que el comenzó a apoyar a los del Chi Town.
¿Cómo alguien puede pasar de irle a los de Missouri a irle a los Cachorros, cuando son archirivales? Algunos pensarán que por amor... otros por el tremendo cargo de conciencia que tiene en su haber. Cof, Lewinsky, cof.
Increíblemente un muy alto número de bolas de beisbol autografiadas por el presidente Clinton se encuentran a la venta, eso si, sin decir a que equipo le va porque podría causar conflictos mentales en los fanáticos Cubs o Cards.
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