Y como no. Imagínate ser un lanzador de Grandes Ligas, haber llegado hasta ahí, y no poder lanzar.
Shane Bieber se trató de guardar las de cocodrilo el lunes, hacerse el fuerte y no ponerse a llorar enfrente de todos en su primera ronda de entrevistas.
Y es que el as de los Cleveland Guardians sigue tratando de procesar su nueva realidad: la cirugía Tommy John que se realizará en breve y no volver a lanzar esta temporada. Y la verdad le está costando uno y la mitad del otro.
Bieber se perdió más de dos meses la temporada pasada por problemas en el codo, después de dos aperturas que lo dejaron prácticamente en un grito por el dolor que estaba sintiendo.
Y como solo venimos a este valle de lágrimas llamado vida a sufrir, ahora lo está haciendo de nuevo pero de una manera diferente; luchando por aceptar que tiene que seguir adelante.
"El beisbol estará ahí", dijo el ganador del Cy Young 2020, "Y yo estaré aquí. Es sólo una lesión que superaré. No soy la primera persona, no seré la última. Una de las cosas que es un poco más difícil para mí es que a lo largo de la temporada baja y en los entrenamientos de primavera, descubrí algunas cosas y mi desempeño estaba regresando al nivel del que sé que soy capaz. Me estaba volviendo a enamorar del pitcheo y me estaba divirtiendo mucho".
Bieber aún no tiene fecha para su cirugía, pero tiene la intención de hacérsela lo antes posible para poder comenzar el largo proceso de rehabilitación y recuperación.
Bieber contó la primera vez que sintió dolor en la apertura del Día Inaugural contra los Athletics, pero pensó que solo era su primera salida, aunque sabía que había algo más.
Su siguiente salida dijo sobre el dolor en su cabeza "O desaparece o es cirugía", ¿y qué creen que pasó? Sí. La segunda.
En esa apertura, Bieber dijo que el codo le molestó desde el calentamiento hasta el lanzamiento número 83.
En los días siguientes, consultó con los médicos del equipo, recibió opiniones externas de ortopedistas, los doctores Keith Meister y Neal ElAttrache, y decidió someterse a la cirugía, porque pues básicamente, no había de otra.
Bieber es sólo uno de varios lanzadores de renombre a los que se les ha diagnosticado lesiones en el codo. Spencer Strider de Atlanta, Jonathan Loáisiga de los Yankees, Eury Pérez de Miami y Trevor Gott de Oakland son otros.
Que si ha sido culpa del reloj establecido por MLB o sí ha sido culpa por las nuevas mecánicas para las que están siendo entrenados los pitchers, a Bieber ahorita no le importa mucho.
"No estoy seguro para poder culpar a algo", dijo Bieber. "Desde un punto de vista cardiovascular y de acondicionamiento, eso no ha afectado a los lanzadores, no creo. Así que es difícil decir qué está pasando en el funcionamiento interno del codo y el brazo".
Por si fuera poco, el futuro de Bieber en Cleveland parece más nublado que nunca.
Los Guardians le ofrecieron previamente un contrato a largo plazo, pero con la esperanza de sacar provecho como agente libre no firmó. Ahora, nada es seguro.
"Es desafortunado el momento en que sucede todo, pero como atleta, no puedes controlar algunas de estas cosas. Así que hacemos lo que podemos. Nos mantenemos positivos", dijo Bieber.
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